Caring for Your Crystals - Astro West

Cuidando tus cristales

            Es posible que los cristales no sean cosas vivas que respiran, pero son piezas hermosas (a veces microcosmos) de la naturaleza y requieren mantenimiento, como una mascota de mantenimiento relativamente bajo. Cuando se trata del cuidado de los cristales, debe tener en cuenta el almacenamiento, la limpieza y la exhibición.

            En primer lugar, mantenga sus minerales fuera de la luz solar directa, especialmente aquellos que se agrietarán por el calor o perderán su preciada pigmentación. Los cristales que se dañarán con la luz del sol incluyen muchas variedades de cuarzo (incluido el cuarzo transparente, que solo puede resistir dos horas al sol antes de volverse quebradizo), apatito, apofilita, aguamarina, aventurina, calcita, celestita, aragonito, barita, berilo, fluorita, oropimente, sodalita, topacio, amazonita, crocoita, diamante, kunzita, lepidolita y morganita.
            Muchos cristales también son sensibles al agua. Por lo general, los que tienen un seis o más en la Escala de Arneses de Moh son seguros para mojarse, salvo excepciones especiales como la malaquita o la estibina, que pueden volver tóxica el agua, o los minerales de hierro como la pirita, que pueden oxidarse. Los minerales peligrosos para el agua incluyen fluorita, chorlo, selenita, aguamarina, apofilita, lepidolita, piedra lunar, amazonita, lapislázuli, rosa del desierto, ópalo, azurita, calcita, apatita, malaquita, ámbar, turquesa, labradorita, celestita, pirita, cianita y hematites.
            Ciertos cristales son más delicados y deben tratarse con especial cuidado. La escolecita de fibra óptica, por ejemplo, se daña fácilmente y ni siquiera debe tocarse si se puede evitar. Las piedras que son particularmente delicadas incluyen selenita, azurita, cianita, fluorita, ópalo, celestita, turquesa, ámbar y flores de aragonito. La escala de dureza de Moh puede ser un indicador de la delicadeza con la que se manipulan las muestras, pero aun así, a veces la disposición del racimo puede crear una fragilidad que va más allá de la dureza o la blandura. Por ejemplo, las puntas de las puntas de cristal casi siempre pueden romperse.
            En ese sentido, asegúrese de mostrar sus cristales con suficiente espacio entre las muestras para que no se topen entre sí, ¡lo que corre el riesgo de dañarse como la ruptura de terminaciones perfectas! Si puedes mantenerlos detrás de un cristal, mucho mejor. Especialmente para las muestras que no son seguras para el agua, puede limpiarlas con el tipo de pulverizador de aire en aerosol que compra para la electrónica. Los tazones de piedras (a menos que tenga pirita o malaquita, por supuesto, ¡siempre tenga en cuenta con qué está trabajando!) Se pueden limpiar suavemente con agua a temperatura ambiente.
            Los cristales no son simplemente fantásticos fenómenos de la naturaleza, son bellas artes curadas por el cosmos y piezas de gran inversión, y el cuidado adecuado de los minerales es vital para garantizar que se mantengan en su forma más brillante y dinámica.
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